jueves, 26 de abril de 2012

La Liberación de Demonios


Liberación de demonios

Y estas señales acompañarán a los que han creído: en mi nombre echarán fuera demonios.  Marcos 16:17

INTRODUCCIÓN
El Señor dejó como señal para el que ha creído, que en su nombre se echen fuera demonios. Es la investidura de poder por el Espíritu Santo la que nos capacita para pelear contra ésta fuerza del mal.

La palabra demonio viene del griego daimon que significa espíritu inmundo y puede definirse como: espíritu inmundo enviado  por el diablo en contra de los que han creído o son salvos. Estos son los antítesis de los espíritus de Dios (ángeles), los cuales son enviados para servir por causa de los que heredan la salvación (He. 1:14).

En Efesios 6:12, el apóstol Pablo nos enseña que nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra los poderes del mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Conscientes que tenemos que fuerte lucha, debemos conocer al enemigo y sus súbditos para saber cómo pelear contra él o cómo reprenderlo.

I.          CARACTERÍSTICAS DE LOS DEMONIOS
a) Son comandados por el diablo (Lc. 11: 15)
b) Poseen regiones especiales (Mr. 5:1)
c)  Pueden afligir el cuerpo con enfermedades (Lc. 13:11-16)
d) Siendo inmundos tientan al cristiano con todo lo del mundo (Mt. 4:10)
e)  Tienen diferentes grados de maldad (Ef. 6:12)
f)    Se esconden tras un ídolo dominando al que cree en él (1 Co. 10:19,20)
g) Son portadores de error, seduciendo a los creyentes (1 Ti. 4:1)
h)  Instarán al final de este siglo a pelear contra Dios (Ap. 16:14)
i)     Reconocen autoridad (Lc. 4:41; Mt. 8:29)

II.        EL PROCESO DE POSESIÓN DEMONÍACA, LIBERACIÓN Y REINSIDENCIA
En el libro de Mateo capítulo 12 y versos 22 y 27 notamos claramente que los demonios no se expulsan entre ellos mismos. De allí que en los centros de espiritismo no pueden liberar a los endemoniados, esto significaría que el reino de satán estaría dividido.

En el verso 28 vemos que la liberación demoníaca únicamente se puede hacer por el Espíritu Santo, lo que significa que sólo los llenos del Espíritu pueden hacerlo, porque ya recibieron la investidura de poder para pelear contra estas huestes. En los versos 29 al 32 se ve cómo el cristiano comienza a ceder terreno a los demonios. Éstos primero se encargan de atarlo hasta ponerlo en contra de Dios y haciendo que desparrame la bendición de Dios, a tal grado que la sentirá como una carga.

Durante el proceso de posesión comienza a notarse un fruto como lo dice el verso 33. El fruto es el hablar. Dice la Biblia que de la abundancia del corazón habla la boca. En la mayoría de los casos se principia murmurando y puede llegar hasta la pronunciación de maldiciones, etc. Mientras que el hombre limpio de su buen tesoro saca cosas buenas; quien está contaminado, con el hablar demostrará su mal. Quien está en proceso de ser estorbado por parte de demonios sólo busca lo espectacular, como lo dicen los versos 38 y 39, buscando señales, porque ya nada le satisface.

Cuando el Señor libera, verso 43, el espíritu inmundo sale del hombre deseando volver a posesionarlo. Esto hace que el liberado esté en peligro mayor, pues si se descuida el espíritu inmundo encuentra la casa como lo describe el verso 44, desocupada, porque fue liberado; barrida, porque fue ministrado, y arreglada, porque el Espíritu Santo la ha ordenado.

Sin embargo, en el verso 45 notamos la reincidencia o la entrada nuevamente del espíritu inmundo, pero con siete espíritus más depravados que él. Esto hace que el estado final de aquel hombre resulte ser peor. Por esta razón es vital que la persona liberada continúe un proceso de ministración de su alma. Será necesario acudir a un ministro preparado por el Señor, sólo de ésta manera se cerrarán portillos y la serpiente no entrará más (Ec. 10:8).

CONCLUSIONES
·      El poder hacer la liberación de demonios, lo dejó el Señor como señal para todo aquel que cree en él (Mr. 16:17).
·      Ésta liberación se hace por el Espíritu de Dios; por lo tanto, pueden liberar los llenos con Espíritu Santo.
·      Mantenemos una lucha constante contra huestes espirituales de maldad (Ef. 6:12).
·      Lo que evidencia que un creyente puede estar contaminado es la murmuración; o bien, su escepticismo a la palabra, alabanza, etc.
·      El creyente podrá ser liberado de cualquier contaminación, pero si reincide su postrer estado será peor.
·      Mantenernos limpios permitirá al Espíritu Santo fluir mejor en nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario